viernes, 6 de mayo de 2011

Barro en Manos del Alfarero

Le he preguntado al Señor con que pasaje iniciar este Blog, y  me vino al corazon  Jeremias 18, Barro en la manos del alfarero. Que pasaje tan hermoso. Cuanto podemos apredender de Dios como alfarero de nuestra vida, y nosotros como barro. Tal vez no hayas pensado que el barro es sucio, ¡que extraño que Dios eligiera ese material para hacer al   hombre!, nos podia haber hecho de oro o marfil o cualquier material precioso, pero eligio el barro. Podemos vestirnos de Versace o enjoyarnos de Tiffany, pero seguiremos siendo barro . Si nos tienta la soberbia o vanidad, nos beneficiaria pensar que solo somos polvo, insuflado de su Espiritu.
Alguno se mirara y pensara, no solo fui creado del barro, tambien me he ensuciado. Y esto me recuerda otro pasaje,
muy apropiado ahora que hemos terminado la semana santa: cuando Jesus se arremanga y limpia los pies a los discipulos. juan 13:10 " El que esta lavado, no necesita lavarse, mas que los pies". ¿Quien no se ensucia los pies al andar? y mas en esa epoca que la gente andaba en sandalias. Tambien nosotros nos ensuciamos en nuestro andar cada dia. Esa suciedad pueden ser decisiones, relaciones o palabras, pero el Señor nos ofrece igual que a Pedro la toalla y la palancana y nos dice: Si no te limpio no tendras parte conmigo. Fijate en  la reaccion de Pedro: No solo los pies, sino el cuerpo entero. Ojala todos fueramos como el, con defectos y todo, yo quiero decir lo mismo: Señor bañame por completo porque anhelo mas y mas tu santidad.
Y que diremos de barro en manos de alfarero, no todas las arcillas son iguales, ¿somos duros o somos blandos?. No juzgo a nadie, yo en alguna etapa de mi vida he sido duro, pero que bueno es que el alfarero sabe como amasarnos y meternos en el fuego para cambiarnos.
¿Verdaderamente queremos cambiar? yo si quiero, miro atras y le digo a Dios gracias, por el fuego de todas la pruebas, por las dificultades  y necesidades que he vivido, y porque todo esto me acercado y me ha dado mas hambre de ti. ¡Cuan importante es tener hambre de Dios¡ y que facilmente la perdemos. Seamos barro en sus manos, y digamos Señor: a tu manera, como tu quieras, porque para eso, estoy aqui.
Konra

No hay comentarios:

Publicar un comentario